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sábado, 12 de noviembre de 2011

Ramón Sampedro y Olga Bejano: dos formas de afrontar la vida


Ramón Sampedro y Olga Bejano. Dos vidas afectadas por limitaciones físicas similares pero afrontadas de manera totalmente diferente.

Sampedro sufrió un accidente que le quebró la séptima vértebra causándole una tetraplejia. Su cuerpo quedó paralizado de cuello para abajo. Olga Bejano padece una enfermedad neuromuscular grave, desconocida, progresiva y sin ningún tratamiento. Tiene inmovilizado todo su cuerpo, vive sin poder hablar, se alimenta por medio de una sonda y respira con ayuda de una máquina.

Ramón Sampedro vivió más de 25 años exigiendo a la justicia su derecho a poner fin a su vida con la eutanasia hasta que, en el año 1998, alcanzó lo que algunos califican como una "muerte digna". Mi profundo respeto hacia él. Olga Bejano, gracias a un movimiento casi imperceptible de su mano con el que es capaz de comunicarse mediante garabatos que solo su madre y su enfermera consiguen descifrar, ha publicado dos libros en los que transmite su testimonio y su amor a la vida defendiendo los derechos del enfermo: “derecho a vivir, no a morir”.

Amenábar, director de cine español, con Javier Bardem como protagonista en la película Mar adentro, nos recuerda la vida de un hombre agobiado por su minusvalía física que luchó a favor de la causa de la eutanasia. Pero, ¿acaso no somos muchas las personas que padecemos enfermedades que obstaculizan nuestros proyectos personales de vida experimentando dolor y sufrimiento y, sin embargo, somos capaces de aceptar la situación, asumirla y afrontarla dotándola de sentido?

¿Acaso no somos muchos los que en medio de ese dolor somos felices, amamos la vida y damos gracias por cada nuevo amanecer?

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